Permanecer largos periodos de exposición bajo los rayos solares tiene efectos muy negativos y nocivos para la piel, es por eso que dermatólogos y entendidos en la materia advierten de la importancia de usar el protector solar a diario.
Para poder escoger el fotoprotector adecuado es importante conocer ciertos factores o características que digamos componen nuestra piel e influyen en ella. Aspectos como el tipo de piel, la cantidad de melanina que tenemos o cuan fácil nos bronceamos, es fundamental tenerlos en cuenta a la hora de comprar una crema solar para poder escoger la que mejor se adapte a nuestras necesidades y así no tirar el dinero.
A continuación, te dejo algunos consejos que facilitarán tu búsqueda del fotoprotector perfecto.

Tipo de piel
A día de hoy podemos encontrar en cualquier tienda un montón de cremas específicas que se adaptan a cada tipo de piel, pero por si acaso aquí te dejo algunos consejos que te pueden facilitar el proceso de compra.

Piel normal, este tipo de piel realmente podría optar a casi cualquier protector solar, aunque en cualquier caso trataría de evitar aquellos que puedan resecar o generar un exceso de sebo, así como formulaciones para afecciones muy específicas.
Escoge la forma galénica y formulación que más te gusten, y prueba activos como el ácido hialurónico, vitamina C y otros que amplíen los beneficios del protector solar.
Piel seca, para este tipo de pieles la hidratación es fundamental. La forma en la que se presenta el producto es un tanto indiferente, ya que este tipo de pieles pueden soportar cremas más densas que el resto.
Por tanto, lo interesante es buscar aquellas que tengan un aporte de hidratación extra y que ayuden a reducir la pérdida de agua de la piel. Para este tipo funcionan muy bien los fotoprotectores solares químicos, que son aquellos que penetran y son absorbidos por las capas más profundas de la piel.


Pieles grasas y con tendencia acneica, se trata de encontrar aquellas que no acentúen los brillos generados por el exceso de sebo, que no se sientan pesadas en la piel y que la dejen respirar. Para este tipo de pieles lo más aconsejable son aquellas que tengan una textura ligera, en gel, etc. Sobre todo, buscar las opciones con base de agua, libres de comedogénicos y oil free, esto ayudará a que el poro no se obstruya, pueda respirar y por tanto a no generen granos o espinillas.
Buscar opciones de protectores solares con tratamiento puede ser interesante, escoge aquellas que contengan zinc, niacidamida u otros activos que tengan acción seborreguladora.
Piel mixta, la principal dificultad de este tipo de piel es que combina los aspectos más problemáticos de la piel seca y la grasa, es decir, ciertas zonas del rostro tienen falta de hidratación y otras generan un exceso de sebo.
Trata de buscar aquellas que sean ligeras, libres de comedogénicos y aceites, pero que a la vez ayuden a hidratar.
Elige formulaciones con ácido hialurónico, vitamina C, niacidamida y zinc, te darán una función seborreguladora y aportará hidratación. Si no encuentras formulaciones tan exactas simplemente añade estos activos en tu rutina de cuidado de la piel y busca protectores más simples y efectivos.


Piel sensible, para este tipo de pieles que se suelen irritar con facilidad es importante buscar aquellos que no contengan perfume ni activos en concentraciones muy altas, ya que esto puede causar irritación y empeorar el estado de la piel. Es interesante escoger aquellas enriquecidas con ingredientes antioxidantes, texturas hidratantes y sobre todo buscar formulaciones hipoalergénicas.
Fototipo cutáneo
Este concepto mide la capacidad de adaptación de la piel al sol, se entiende como el tiempo que puede exponerse una persona al sol antes de quemarse, es decir, la capacidad innata que tiene una personas+ de broncearse. Para ello juega un papel muy importante la melanina.
Para quien no lo sepa la melanina, se puede denominar como el pigmento responsable de dar color a la piel y pelo. Aunque la melanina se exteriorice de este modo, es la encargada de proteger a la piel de la radiación ultravioleta. Contra mayor sea la concentración de melanina mayor suele ser la protección frente a la radiación solar.
Para medir este rasgo se han creado 6 grupos, llamados fototipos, se basan en ciertas características como el color del pelo, de los ojos o el tono de la piel, así como la tendencia a quemarse al exponerse al sol.
Son los siguientes:
Fototipo 1: suelen tener un tono de piel muy claro o con cierto subtono rosado, el color de sus ojos suele ser azul y el cabello rubio o pelirrojo, en muchas ocasiones suelen tener pecas. Se caracterizan por tener muy poca, por no decir nula, capacidad de broncearse, es decir se queman con mucha facilidad y posteriormente presentan una descamación bastante notoria. El nivel de protección para este fototipo es de FPS 50 o mayor.
Fototipo 2: también tienen un tono de piel claro, los ojos pueden variar entre azules, grises y verdes, como el fototipo anterior el pelo suele ser rubio o pelirrojo y acostumbran a tener pecas. Como el anterior pueden presentar quemaduras importantes fácilmente, después de esto se da un proceso de descamación de la piel, algo más leve que en el anterior. Se recomienda usar un FPS de 30, como poco, sobre todo escoge runo con mayor SFP si se va a estar de forma prolongada bajo el sol.
Fototipo 3: este tipo de piel sigue siendo clara, pero no tanto como las anteriores, sus ojos normalment son marrones y el pelo castaño. Se tienden a obtener un bronceado moderado y de forma gradual, aunque de vez en cuando pueden quemarse, pero de forma moderada. Como el anterior como mínimo un SFP del 30.
Fototipo 4: el tono de la tez es más oscura, al igual que ojos (marrones o negros) y el cabello. Se broncean con el sol fácilmente, aunque pueden producirse quemaduras mínimas si no se usa protección, lo que se considera de forma tradicional como piel mixta. Mínimo usar FPS del 15.
Fototipo 5: tono de piel oscuro, ojos pueden ser marrones, negros o incluso verdes, pelo castaño (tiende a los tonos más oscuros). Las quemaduras en este fototipo suelen ser muy poco comunes y suelen broncearse rápidamente y con cierta intensidad.
Fototipo 6: Tanto la piel, los ojos y el color del cabello suele ser muy oscuro. Se podría decir que se broncean muy rápidamente y de forma intensa, siendo prácticamente nula la cantidad de veces que se quema, y la veces que lo hacen las quemaduras suelen ser poco visibles.
Si quieres extender un poco más tu conocimiento sobre este tema te recomiendo que leas este artículo
https://revia.areandina.edu.co/index.php/RSA/article/download/354/387/
Edad
Un factor bastante determinante a la hora de escoger un fotoprotector, se puede dividir en 2 grandes grupos niños y adultos.
Es importante tenerlo en cuenta ya que el ritmo de vida no es igual, por ello es fundamental buscar formulaciones específicas para niños, o en su defecto que no pique en los ojos, que ofrezca una protección de amplio espectro y sobre todo que sea resistente al sudor y agua (si la etiqueta pone resistente al agua es resistente al sudor también)
Tipo de filtro
Cuando hablamos de un protector solar Químico quiere decir que necesita ser absorbido por las capas más profundas de la piel para tener el efecto de protección deseado, es decir no tiene una función instantánea, por tanto hay que aplicarlo 20 minutos antes de exponerse a luz solar.
Por otro lado, tenemos los filtros Físicos o Minerales, que son aquellos que se quedan en la capa más superficial de la dermis y cuya función protectora es instantánea.
Importante saber que este tipo de protectores suelen ser mucho más densos y acaban dejando una capa residual de color blanco, por tanto, si no es una acabado que te guste evita este tipo de filtros.
TIP´s
- Llevar protector solar los 365 días del año, sobre todo en aquellas épocas del año donde el sol sea más fuerte.
- Aplicar la crema solar como mínimo 20 minutos antes de salir de casa, para permitir que el fotoprotector comience a hacer efecto, sobre todo si tiene un filtro químico.
- Reaplicar cada 2 horas, que es más o menos cuando empieza a perder efecto, este punto es muy importante sobre todo si vas a continuar con una exposición directa bajo el sol.
Si el protector no es resistente al agua, si se hace cualquier actividad acuático o deportiva reaplicarlo con mayor frecuencia.
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